MUERTE "DEL CINE DE VISCONTI" EN VENECIA

“Muerte en Venecia” es, para aquellos que no la hayan visto, una de las peores películas que recuerdo en la historia del cine. Es un tropiezo bastante escabroso en la trayectoria de Luchino Visconti, un director italiano que tiene películas interesantes como “Bellísima”. Imaginaros por un momento que en un mismo día os enteráis de que vuestra pareja os engaña con vuestro mejor amigo/a, os despiden del trabajo, tenéis un golpe con el coche que no cubrirá el seguro, pierde vuestro equipo de futbol y para terminar el día os encuentran una enfermedad incurable. Pues bien, ese día es “Muerte en Venecia”, una pesadilla en imágenes. El tono general de la película es lento, con pequeños detalles de un pseudo-realismo que a mi no me ha terminado de engañar. Nos cuenta como un “hombre” (por llamarle de alguna forma) de unos 50 años “un tanto afeminado” (pero que tenía mujer e hija) se enamora de un niño “un tanto gay”. Si eres un pervertido o un sucio depravado puede que esta sea tu película. Respeto a todos aquellos que les guste “Muerte en Venecia”, incluso les he clasificado en dos grupos: Los que han estado en la cárcel encerrados por pederastia y los que simplemente sufren trastornos emocionales.

Escena de la película en la que el pervertido

mira con deseo a su víctima.

Leyendo opiniones en la red de esa plaga llamada “Gafapastas” me he encontrado que denominan a esta especie de película “obra maestra”. Yo creo que a través de esas gafas ven cosas distintas a las que podemos percibir cualquier humano normal. Alaban la belleza, la sabiduría, la realidad, el equilibrio, la decadencia… Yo la única decadencia que vi estaba en el ritmo tan aburrido que Visconti otorgaba al film. En cuanto a la belleza, la película está rodada en Venecia, una de las ciudades mas bonitas del mundo. A poco que sepas unir cuatro planos de sus calles y sus canales ya tienes algo bello. Este es un claro ejemplo de película lamentable que algún crítico desequilibrado calificó de sobresaliente, y al que le siguieron otros dementes sin personalidad también alegando que esto era un regalo de los cielos convertido en imágenes. Repito que no quiero ofender a nadie, dios me libre, pero me gusta llamar a las cosas por su nombre.

Luchino Visconti triste y desolado al darse cuenta de que había manchado e insultado el nombre del cine italiano.

Carece de una trama lo suficientemente atractiva para enganchar. Las acciones son prácticamente insulsas, y si a eso le sumamos la casi inexistencia de diálogos el resultado es esta “película para pederastas” aburrida y monótona. Y para mas inri dura dos horas… He de confesar que termine pasando trozos hacia delante para no sufrir una muerte cerebral. Temía quedar en estado vegetativo viendo semejante “joya”. Siento decir que hay escenas muy forzadas como la parte en que abuchean al protagonista mientras da un concierto y después tiene la conversación con su amigo. También mete algun flash que otro al más puro estilo Sergio Leone, pero en mi opinión sólo son una burda copia. Entiendo que si duermes con sábanas que llevan la cara de Visconti te sea difícil sacar errores a semejante paripé fílmico. Es tan aburrida que ni sirve para echarte la siesta debido a esos “superzoom” que te mete Visconti cada 2x3, que asombran y asustan en partes iguales, y que casi consiguen meterte dentro del personaje (literalmente). En definitiva, creo que es un insulto a la ciudad de Venecia en general y a todo aquél espectador dispuesto a ver algo con un cierto nivel. Para aquellos que tengáis un mínimo de dignidad e inteligencia no veáis esta película.

Nota: 2