CONVERSACIONES CON DIOS

Se supone que Conversaciones con Dios es una película basada en hechos reales. Digo "se supone" porque habrán engañado a mucha gente con este libro/film, pero yo no caigo en ese juego tan innoble. Basada en una novela de Neale Donald Walsch con el mismo nombre, la adaptación cinematográfica es una especie de charanga que insulta a la inteligencia humana.
 

Un hombre se queda sin casa, sin trabajo y sin dinero a causa de un accidente por lo que acaba en un camping para indigentes donde malvive hasta que consigue trabajo en un programa de radio. Cuando la radio cierra por bancarrota, nuestro protagonista en un alarde de genialidad habla con Dios. Tiene conversaciones de tú a tú, en plan "colegueo", y con todo lo que le dice Nuestro Señor escribe un libro que marca un antes y un después en la vida cotidiana de muchos individuos, convirtiéndose en best-seller. Esto nos indica la cantidad de personas que están faltas de fe, que se dejan llevar por las modas o que, simplemente, quieren aferrarse a cualquier mínimo atisbo de esperanza de que no estamos solos en este mundo.

El motivo de dedicar a este film una entrada en mi blog no es por la película en sí, sino por el tema que refleja y todo lo que lo rodea. Lo que para su escritor es un hecho milagroso titulado “Conversaciones con Dios”, para las personas, creyentes o no, es la famosa conciencia humana. Con esto no digo que no exista un Dios ni que no nos podamos comunicar con él, simplemente que este autor se está aprovechando del de “arriba”. 

¿Dios habló de verdad con Neale Donald para que escribiera un libro que le convertiría en un multimillonario mientras siguen patentes pobreza, hambre y guerras? ¿Tras escribir el libro Dios y Neale Donald se repartieron los beneficios? Desde Noches de Película tachamos a este novelista de farsante por aprovecharse de la fe de los cristianos.



Si nos fijamos en la imagen, vemos como solo llueve en un lado de la carretera, justo por donde va caminando el protagonista… A Dios no le gusto su actuación.

Nota: 5

6 comentarios:

jaja la lluvia es Dios, se ve que te has tomado en serio el blog. La crítica del pianista o como se llame, ya la leeré cuando vea la película

 

jajajaj q razon lleva xD

 

Es cierto todo lo que se dice en esta critica.Esta mui bien argumentada y la verda esque merece la pena leer cosas asi.

 

No hace falta quejarse de Dios por no acabar con el hambre en África viendo a este señor. Solo viendo el mundo, se intuye que Dios no va a responsabilizarse de nuestras locuras. Y si la fé puede estimularla una cagada de paloma, bienvenida sea!!

 

este señor se aprovecha de dios segun tu....la biblia no?yo no veo la diferencia quizas hasta esta pelicula sea menos fantastica y creible que la misma biblia

 

Tanto en el Salmo 14:1 como el Salmo 53:1 leemos, "Dice el necio en su corazón: No hay Dios." Algunos citan estos versículos para indicar que los ateos son faltos de inteligencia. Sin embargo, este no es el significado de la palabra hebrea traducida como "necio." En el texto, la palabra hebrea es 'nabal,' y se refiere más a una "necedad moral," por ej. una persona sin moralidad. El significado del texto no es que "la gente sin inteligencia no cree en Dios." Más bien, el sentido del texto es "la gente inmoral no cree en Dios."

Muchos ateos son muy inteligentes. No es su inteligencia, o la falta de ella, la que lleva a la persona a rehusar a creer en Dios. Es la falta de moralidad lo que conduce a una persona a rechazar el creer en Dios. La gente no rechaza la idea de que hay un Ser Creador. Más bien, la gente rechaza la idea de que sea un Ser Creador que demande moralidad de su creación. Así que para descargar sus conciencias y aliviar su propia culpa, la gente rechaza la idea de Dios como la única fuente de moralidad absoluta. El hacerlo, permite a los ateos vivir de la manera que les plazca – tan moral o inmoralmente como ellos deseen – sin sentimientos de culpa por su negativa a rendir cuentas a Dios.

Muchos prominentes ateos han admitido esto. Cuando se le preguntó a un famoso ateo, que era lo que esperaba lograr con el ateísmo, declaró que él quería "tomar mucho alcohol y tener sexo con tantas mujeres como fuera posible." Creer en un Ser divino conlleva un sentimiento de rendición de cuentas y responsabilidad hacia ese Ser. Así que, para escapar de la condenación de la conciencia, la cual fue creada por Dios, uno debe negar la existencia de Dios, con el fin de negar la influencia moral de la consciencia.

Esto no es decir que todos los ateos sean gente inmoral. Muchos ateos viven una vida relativamente moral. El punto del "dice el necio en su corazón 'No hay Dios.'" Es que una falta de evidencia de su existencia no es la verdadera razón por la que la gente rechaza creer en Dios. La gente rechaza la creencia en Dios, debido a un deseo de vivir libres de restricciones morales que Él requiere, y escapar de la culpa que acompaña la violación de esos estatutos. "La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto,… de modo que no tienen excusa. … se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios,… Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira,…" (Romanos 1:18-2

 

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