Hola a todos de nuevo. Tras tomarme unas largas vacaciones de Verano y casi de Otoño sin publicar una mísera entrada vuelvo con más ganas que Roman Polanski en un colegio de monjas. Bromas a parte se que hubo bastantes rumores sobre mi desaparición, pero el FBI no tuvo nada que ver como muchos pensabais. Tampoco me casé con Charlize Theron en Las Vegas (aunque salta a la vista que esta opción era más probable que la primera). La realidad es que estuve con mi amigo Charlie Sheen en su mansión de Los Ángeles planeando como acabar con la banda terrorista que atenta contra el cine español y cuyo cabecilla es Almodóvar. Aquí dejo una foto para los incrédulos:
Metiéndonos en materia (que no la materia como decía Charlie) hoy traigo sin lugar a dudas la obra cumbre de Vittorio De Sica, “Ladrón de Bicicletas” (1948), una de las películas que más contribuyó a la expansión del Neorrealismo italiano. Es difícil de explicar el porqué me pareció tan buena, sólo se que los últimos 10 minutos me los pasé boquiabierto en un especie de trance que pocas películas habían conseguido causarme. Me resulta extraño pensar que llegara a estar inmerso en una trama tan relativamente sencilla, pues su argumento lo podemos resumir en menos de una frase:
“A un hombre le roban la bici y trata de recuperarla”.
Enzo Staiola |
Leyendo esto se que muchos descartaréis verla, y no os culpo, ya que su sinopsis tiene menos atractivo que Carmen de Mairena en bikini. Lo más extraño de todo es que las actuaciones corrían a cargo de actores no profesionales (a destacar entre todas la del niño “Enzo Staiola” que está pletórico). El diálogo es más bien escaso (algo que se agradece ya que el doblaje de la película que tengo es cuanto menos vomitivo. Los dobladores tenían un acento del Madrid castizo, por lo que la película parecía grabada en Lavapiés). Me surge la duda de si el dvd original contiene ese mismo doblaje. Por esto, y tras analizar un poco todo lo que había visto, sólo puedo ensalzar el buen hacer del director que plantea planos a simple vista sencillos que son realmente complejos de hacer. La puesta en escena está tan calculada que parece que todo ha salido por casualidad y en un momento, pero el trabajo de De Sica es prodigioso. Los movimientos y colocación de cámara son dignos de estudio pues son los mayores responsables, bajo mi punto de vista, de que sea una obra tan absorbente. El sonido es otro punto clave para sumergirte en la trama hasta quedar hipnotizado. Es llevado a cabo por Alessandro Cicognini, para mí un desconocido hasta entonces, pero que me dio una carta de presentación más que notable.
Como curiosidad, esta película fue censurada en parte de Estados Unidos por dos escenas un tanto absurdas: La primera es una en la que el hijo del protagonista se le ve con la intención de mear en la calle, pero sin llegar a hacerlo. La segunda es porque el protagonista entra en un “prostíbulo”. Lo pongo entre comillas porque viendo en directo la escena me pareció cualquier lugar menos un burdel. Es una casa normal y corriente en la que se encuentran unas mujeres sentadas en la mesa comiendo.
En conclusión, os recomiendo está obra maestra por ser tan sencilla como honesta, por ser tan cruda que llega a doler y por dejarnos una moraleja destinada a hacer del mundo un lugar mejor.
Nota: 8,8
2 comentarios:
Pufff increible el tiempo que le dedicas a tus entradas, muy curradas ;)
Muchas gracias! La verdad es que suelo tardar 10 - 15 minutos en escribirlas (en algunas entradas tardo más tiempo ya que me pongo a investigar curiosidades sobre el film en cuestión). Como me pongo a redactar el artículo nada más haber terminado de ver la película todo lo que quiero contar sale solo :)
Publicar un comentario