POLI DÍAZ Y EL MONJE BIZCO. ESOS GRANDES DESCONOCIDOS

Hoy traigo un trozo de una película que he encontrado en youtube por la cual maldeciría a los hermanos Lumiere, pero que a su vez me ha provocado un manantial de risas. Consiste en un fragmento de la película X que realizó Poli Díaz, más conocido como “El Potro de Vallecas”, allá por 1997. Como es lógico no hay ninguna escena censurable, aunque yo censuraría cada vez que Poli Díaz dice una palabra, por aquello de que no hay que dar mal ejemplo a los más pequeños. El fragmento trata de una conversación entre el ex-boxeador y un monje budista bizco. No me preguntéis porque eligieron el papel del monje porque ni he visto la película ni tengo la imaginación suficiente para dar una respuesta coherente. El título de la película me parece bastante divertido “"El Poli... el Lama... y la que los lame". No se complicaron mucho la verdad. Aquí os dejo la escena y después un modesto análisis en el que me es imposible dejar la ironía a un lado.


El fragmento de dos minutos comienza con 40 segundos del monje bizco hablando por móvil, perdón, haciendo que habla por móvil. Aunque si os fijáis bien es una especie de walkie-talkie de plástico. No puedo saltar por alto la excelente decoración. El monje está sentado entre dos plantas que, al igual que el walkie-talkie, son de plástico. Me recuerda a la vegetación que hay en el Tíbet, por lo que es un gran acierto del director de fotografía. El diálogo, y su actuación en general, es bastante convincente, derrochando fuerza, vida y sentimiento. En todo momento está poniendo cara de estar hablando por móvil. Pero todo esfuerzo del monje por agradar y empatizar con el espectador será en vano, ya que en el segundo 45 aparece él. Poli Díaz está sufriendo una horrible pesadilla de la cual se despierta con una naturalidad pasmosa. El monje llega a la habitación donde dormía Poli y comienzan a entablar uno de los diálogos más grandilocuentes que ha dado la historia del cine. Yo sinceramente pienso que no había guión y que todo fue improvisado por estos dos genios del humor. Algunos pensaréis que Poli estaba hasta las cejas de droga y por eso no consigue pronunciar dos frases seguidas sin trabarse, pero yo creo que lo hace para darle más emotividad a su personaje. Quiere emular a Clint Eastwood en “Los puentes de Madison” y emocionarnos. Todo esto está adornado con innumerables saltos de eje que provocan la misma sensación que cuando te subes 10 veces seguidas en alguna montaña rusa. El montaje es otro de sus puntos fuertes ya que nos regala algunos cortes entre plano y plano que son una bomba para nuestros ojos. Para finalizar, me gustaría destacar el diálogo que para mí es el culmen de este fragmento.

- Lama: “Eso te pasa por hacer caso de tu representante, que tanto usar los puños, de vez en cuando tienes que usar la manguera”.

- Poli: “Me voy a cagar en su puta madre, ese representante va irse a tomar por culo rápido.”


Poli Díaz y su representante. Le está diciendo cuatro cosas, entre ellas que le despide como bien hemos visto en su diálogo anterior.

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