“LA NOCHE DEL CAZADOR” DE BARBITURICOS

Llega el frío a Madrid y con ello una película que me ha dejado helado (aquí es donde tendrían que sonar las risas enlatadas). Creo que no exagero si confieso que “La noche del cazador” es el peor film que he visto de cine clásico. No salgo de mi asombro al ver que todos los críticos la tildan de obra maestra. Parece que he visto otra película diferente, o a lo mejor es que los gafapastas lo ven desde una perspectiva distinta a través de sus lentes eruditas. “La noche del cazador” está francamente mal realizada desde el primer minuto, utilizando desde planos que se repiten hasta otros que no te cuentan nada y que están simplemente para rellenar hueco. Pero eso no es lo peor. Algo que no soporto en una película, al igual que muchos de vosotros,
es que el protagonista, en este caso Robert Mitchum que hace de malo, parezca que tenga superpoderes. En la película persigue a unos niños que tienen 10.000 dólares para hacerse con el botín. Siempre que los pequeños consiguen librarse de Mitchum éste aparecerá por arte de magia (o del guionista/director) sin que sepas como ha llegado hasta ellos. Demasiadas casualidades poco creíbles (Los niños encierran a Mitchum en el sótano y salen corriendo con mucho tiempo de ventaja. Atraviesan todo un pueblo entero, con sus muchas calles, y llegan a la mitad de un bosque donde hay una balsa. Casualmente, Robert Mitchum que debería haber encarnado el papel de Spiderman por su excelente sentido arácnido, aparece entre la maleza del bosque para intentar evitar que los niños se escapen, algo que terminan consiguiendo. Lo que el director quiere que sea un brillante momento de tensión se convierte en una escena vejatoria para el pobre espectador que se siente indefenso al no saber donde esconderse viendo semejante panorama). Creo que jamás había querido quitar una película de cine negro antes de que terminara, por eso del respeto, pero es que “La noche del cazador” es un insulto a los hermanos Lumiere. En todo esto difieren, como dije al principio, algunos “prestigiosos” críticos:

"La película más inquietante de la historia del cine" (Carlos Boyero: Diario El Mundo) – Tengo que dar la razón a Carlos, es realmente inquietante que tenga tanta fama y tan buena crítica en la actualidad.

"Una de las mejores películas de la historia del cine americano. Laughton rodó una película como ninguna otra que se haya hecho jamás" (Roger Ebert: Chicago Sun-Times). Roger, pese a ser según dice la Wikipedia "uno de los críticos cinmatográficos más reconocidos a nivel mundial" pienso que tiene el listón por los suelos. Debería fregarlo.

"Maravillosa película que ha ganado categoría con el paso de los años, convirtiéndose así en todo un clásico del cine mundial" (Fernando Morales: Diario El País). No sé como una película mala, y no sólo lo digo yo si no también los críticos de la época, puede "ganar categoría con el paso de los años". Si eso es así, Santiago Segura se tiene que estar relamiendo ya que lo mismo “Torrente” dentro de 50 años es digna de estudio en los colegios.

Aquí posan los tres críticos citados con anterioridad justo antes de escribir sus valoraciones sobre "La noche del cazador".

Las actuaciones han sido de lo peorcito que recuerdo en mucho tiempo. Mitchum lo único que hace en toda la película es pegar alaridos como una hiena en celo y los niños, algo pedantes, parecen tener cierta disminución psíquica. El diálogo tampoco ayuda a mejorar el film, ya que aunque es escaso, cada vez que alguien abre la boca muere un filósofo. Incluso donde casi todo el mundo coincide que es en la fotografía yo sigo discrepando. No me parece nada del otro mundo, modestamente creo que he visto otras muchas películas con una fotografía que le pasa por encima a esta.

Robert Mitchum me parece un gran actor, pese a esta película. Siempre he hablado bien de él y lo seguiré haciendo, pero viendo este fotograma de la película tengo que reconocer que posee una expresividad que hace vomitar.

Algunas curiosidades que me han sorprendido es ver como Robert Mitchum, con ira y odio en la mirada, está intentando entrar en una casa (para robar el dinero de los niños o matarles, cualquiera sabe con este guionista) custodiada por una mujer con un rifle más grande que ella. Robert se pone a cantar, y la mujer le ayuda haciéndole los coros. Aquí os dejo dicha escena, tan estúpida como difícil de creer:


Otra escena curiosa es ver como los niños tratan de escapar de Mitchum y buscan auxilio en su tío que vive en una cabaña. Pero su tío está borracho, bueno mejor dicho, está con coma etílico y se queda dormido en mitad del suelo. Una escena antes nos mostraban al hombre sereno, y a la botella de alcohol derramándose por el suelo. Así que utilizando la lógica está claro que el buen hombre chupó y relamió el líquido directamente del suelo. Lo que no tiene sentido común es que se embriagara tan rápido.

Pobre niño, está asustadísimo ya que Mitchum le quiera rajar si no le da el dinero... Dejando la ironía a un lado, si no supiera que Robert quiere el dinero pensaría que están enamorados. ¿Cómo es posible que pongan esas caras en semejante situación?

Hay muchas escenas dignas de analizar, reírse y criticar (siempre por este orden), pero la última que quiero resaltar es la más grave, y a mi modo de ver, la más ofensiva en lo que respecta al guión. Nos da una lección magistral de cómo no se debe terminar una película, ya que cuando pensaba que nada podía ir a peor, te meten algo así:

En la trama principal tenemos al niño que trata de proteger el dinero durante toda la película. Se lo prometió a su padre antes de que éste muriera, y en todo momento trata de evitar que Robert Mitchum se haga con él, poniendo en peligro su vida y la de su hermana. Al final de la película, sin motivo, ni sentido, ni argumentos razonables o lógicos, cuando la policía detiene a Mitchum el niño va corriendo hacia él para abrazarle y darle el dinero. ¡Bravo!. Haciendo una comparación, el film es como cuando un borracho va conduciendo por una carretera recta, despacio, dando volantazos pero sin salirse la vía, y justo cuando ve las luces de su casa al fondo pierde el control, saliéndose del carril, estrellándose contra un árbol y muriendo en el acto. Así es esta película, muere y mata al espectador en el acto. Incluso después, en el juicio contra Mitchum, y sabiendo que fue éste quien mató a su madre y a no se cuantas mujeres más, el niño no le quiere identificar como el culpable.

El lado positivo es que al menos esboce media sonrisa con semejante desatino.

Así toda la película, poniendo caras raras, aullando y gimiendo... Menuda noche me dio Mitchum.

En definitiva, no se como está película ha sido elevada al cielo de los clásicos indiscutibles, yo al menos si lo discuto. Aunque esto es como todo en la vida, basta que se junte un grupo reducido y sectario de críticos o de personas que se creen que saben más de la cuenta con gafas de pasta para que decidan lo que está bien y lo que está mal. Pero todo se torna más extraño si vemos el fracaso estrepitoso que supuso “La noche del cazador” cuando se estrenó. Su director, Charles Laughton, no volvió a dirigir nunca más ningún film (gracias a Dios). Robert Mitchum llegó a admitir que Laghton era su director favorito (¿Con sólo una película en su filmografía de director?), y que este fue el papel que más le gustó interpretar. Creo que antes de hacer esas declaraciones se había bebido una botella de Don Pérignon él solito. Como última anécdota, Charles Laghton ofreció el papel en un principio a Gary Cooper, quién declinó la oferta por pensar que podía afectar negativamente a su carrera. Gary siempre fue un hombre 10 en todos los sentidos.

Nota de “La noche del cazador”: 2

0 comentarios:

Publicar un comentario