EL CINE CONTRA LAS CUERDAS

Primero fue el terremoto de Haití. Más tarde Chile y ahora Japón. A eso hay que sumarle las revueltas en el norte de África. Parece que el ser humano no escarmienta, y sigue provocando a los dioses para que acaben con nosotros. El último desastre natural o artificial, o no se como llamarlo, es la película de Justin Bieber. Una hora y 45 minutos en las que se han invertido 13 MILLONES de DÓLARES para que esta especie de artista / mesalina salga cantando o bailando. O durmiendo, ya que el público al que se dirige (mujeres de entre 11 y 14 años) se conforma sólo con verle. La recaudación ha doblado el dinero invertido, un buen negocio, pero esta situación me plantea dos cuestiones. La primera es que no podemos calificar la grandeza de una película por la cantidad de dinero recaudado. El dinero de la entrada es el mismo para una niña de 12 años que para Garci, Carlos Pumares o personas que llevan muchas películas vistas y analizadas, si, pero el juicio cinematográfico que tienen estos últimos no se lo pidas a la mayoría de individuos que van a ver películas entre las que incluyo las “divertidísimas” comedias románticas de los Mario Casas, los lobos de “Crepúsculo” y demás “macarras de barrio” sin talento).

Pero para macarra tenemos a Justin, que nos amenaza con que si nos reímos de él se zumbara a su osito de peluche.

La segunda cuestión que se me plantea es que narices tiene en la cabeza el director (y guionista), Jon Chu, para realizar esta oda a la necedad cinematográfica. Que sólo buscaba el dinero está claro, ya que dudo que quisiera hacer con este personaje una obra magna digna de entrar en el olimpo del séptimo arte. Con esto no quiero ir de moralista diciendo que no es importante la recaudación, por supuesto que cuanto más dinero coseche una película mejor, siempre que tenga un caracter, un estilo y una trama digna de ser admirada. Cuando haces caso omiso y tu única misión es conseguir el mayor dinero posible podrás vivir bien con los beneficios que te de, pero jamás pasarás a la historia como alguien que hizo del cine algo grande. Personalmente me parece un espíritu un tanto indigno, rozando lo infame. Si Orson Welles levantará la cabeza… ¿Dónde se han quedado esas películas que te mantenían en vilo hasta el último suspiro? La última que vi fue “El secreto de sus ojos” en 2009. Y la anterior… tendríamos que remontarnos mucho más atrás. Salen con cuentagotas, por lo que es más fácil ver un eclipse que una película realmente buena. Y lo peor de todo es que hay personas que me discuten que el cine no se está muriendo.

Justin Bieber amenazando a Japón de volver a repetir la catástrofe como se vuelvan a reír de él. Él nunca bromea con estas cosas.

Aquí os dejo su ficha técnica, por si alguien se anima y quiere ir a verla al cine.

1 comentarios:

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Nada Que Añadir... Lo Has Dejado Bastante Claro...

 

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